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May 27, 2022
Seguramente hayas escuchado hablar sobre el calentamiento global; la problemática de los microplásticos en los ríos, mares y océanos; la pérdida de la biodiversidad; que en 2050 va a haber más plásticos que peces en el agua (1); o que si la población global crece como se estima (9.600 millones de personas para 2050), requerirá el equivalente a tres planetas sostener el estilo de vida actual. (2)
Sea cual sea tu motivación para cambiar, lo primero que te quiero transmitir es que no te abrumes por la cantidad de cambios que podés (o sentís que debés) hacer y la variedad de alternativas disponibles. Sí o sí tenemos que empezar a hacer cambios importantes en el estilo de vida que llevamos, pero es empezar de a poco. Respirá.
Por lo tanto, mi recomendación es siempre empezar por casa. Empezá por ese ambiente en el que te sentís más cómoda, más en “tu zona” y dónde te animarías a hacer los primeros cambios. Ahí donde te sientas cómoda, donde pises más firme, es donde probablemente te resulte más fácil y sostenible cambiar. Luego vendrán los demás espacios. No nos olvidemos que hoy, que a la mayoría nos toca pasar más tiempo en nuestra casa que lo “normal”, contamos con la practicidad de probar algo nuevo en la comodidad de nuestro hogar.
Una vez elegido el ambiente, mirá a tu alrededor. Observá qué cosas y productos componen ese espacio elegido y, sobre todo, revisá la basura -suena raro, ya sé, pero eso que descartás es lo primero que querés cambiar-.
Habiendo hecho la primera radiografía, no quieras tirar todo para reemplazarlo por opciones más sustentables: como bien dijo Dafna (@lalocadeltaper) lo más sustentable es lo que ya tenemos. Lo más recomendable es empezar por lo que se está por terminar o necesites reemplazar, o eso que descartás con mayor frecuencia -sí, eso que encontraste en la basura-.
Volviendo al baño, en vez de comprar nuevas afeitadoras, elegí una con la navaja afilable o reemplazable, o cambiá las toallitas desmaquillantes descartables por las de algodón lavables, el shampoo tradicional por uno sólido, los hisopos plásticos por los de bambú, y la lista sigue.
Diseñemos una estrategia a medida
Mi recomendación es que elijas hasta 3 productos y de distintos tipos de dificultad de adopción para ir en busca de los primeros quick wins. Éstos son triunfos rápidos, que además de resultados positivos, te van a ayudar a mantener el entusiasmo y la llama prendida para seguir avanzando con tu proyecto “hacia un estilo de vida sostenible”.
Tomá el listado inicial, clasificá los ítems según estos niveles y elegí los primeros 3. Una vez que te hayas hecho amiga de estos cambios, podés avanzar con los siguientes o repetir el ejercicio en otro espacio de tu hogar.
Es a través de varios pequeños cambios que se empieza. Aprovechá tu rol como consumidora: tenemos el superpoder de ser la demanda; y hacia donde vaya ésta, va la oferta. Recordá tener paciencia, porque los cambios llevan tiempo, pero generan un efecto dominó de adopción de nuevas prácticas sostenibles.
Cuando querés cambiar aspectos de tu estilo de vida para hacerlo más sostenible, lo mejor es no querer abarcar todo de golpe. Elegí un ambiente, observá los productos y descartes que lo componen, y empezá por esos 3 primeros cambios. Esos quick wins te ayudarán a mantener el entusiasmo y avanzar hacia una vida más consciente y sostenible.
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