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February 24, 2025
Medir las emisiones de carbono en una empresa de retail es un desafío complejo. Si bien calcular el impacto de las operaciones internas (Alcance 1) y del consumo energético (Alcance 2) ya supone un reto, la verdadera dificultad surge al extender el análisis a la cadena de valor. La estructura de proveedores, la logística y la distribución propias del sector añaden múltiples variables que influyen en la huella de carbono. En este contexto, las emisiones de Alcance 3 representan el mayor desafío, ya que ocurren fuera de las operaciones directas de la empresa, pero son consecuencia de su actividad. Comprender y gestionar estas emisiones es clave para avanzar en la reducción del impacto ambiental.
El retail tiene una particularidad clave: la mayor parte de su huella de carbono se genera en la cadena de suministro, antes de que los productos lleguen a las tiendas o al consumidor final. Para medir el impacto real, es fundamental recopilar datos de cientos o incluso miles de proveedores, cada uno con distintos niveles de madurez en sostenibilidad y diferentes formatos de información. Aquí es donde aparecen los primeros grandes desafíos:
Un aspecto clave que suele pasarse por alto es la responsabilidad compartida dentro de la cadena de valor. Si bien es sencillo comprometerse con la reducción de emisiones bajo el control directo de la empresa —como los viajes de negocio o el consumo de energía—, el verdadero reto radica en asumir la corresponsabilidad por el impacto ambiental de los bienes que comercializa. Sin estos productos, la empresa no existiría, y ahí surge el mayor desafío: reconocer que la huella de carbono no termina en la venta, sino que continúa en el uso y disposición de los productos por parte de los clientes.
Además, muchos proveedores no cuentan con el mismo nivel de madurez en sostenibilidad. Mientras que las grandes multinacionales disponen de sistemas avanzados para gestionar su huella de carbono, muchas pequeñas y medianas empresas aún están en etapas iniciales y responden a las exigencias en lugar de anticiparse a ellas.
En este contexto, se vuelve una fuerza positiva de cambio aquellas empresas que influencien sus cadenas de proveedores, aportando claridad y herramientas para traccionar mejoras en toda la cadena de valor. A diferencia de un pequeño negocio con poca capacidad de negociación, un retailer de gran escala tiene el potencial de generar nuevas capacidades instaladas en sus proveedores que deriven un impacto real.
Diseñemos una estrategia a medida
Uno de los mayores desafíos en la medición de Alcance 3 en la industria del retail no es solo la cantidad de proveedores involucrados, sino también la diversidad de productos que cada uno ofrece. Un mismo producto puede provenir de distintos proveedores, y un solo proveedor puede abastecer múltiples productos. Esto hace que identificar a los actores más relevantes en términos de huella de carbono sea un paso clave.
Ante esta realidad, definir una matriz de criterios de selección es clave para identificar a los proveedores estratégicos y maximizar el impacto de las iniciativas de sostenibilidad.
Contar con una metodología clara para priorizar socios comerciales permite asignar recursos de manera eficiente y concentrar esfuerzos en aquellos actores con mayor potencial de transformación dentro de la cadena de valor.
Gracias a este criterio, algunas empresas han logrado reducir el número de proveedores analizados de miles a un grupo más acotado, lo que facilita un trabajo más profundo y estratégico sin perder representatividad en la medición de emisiones.
A pesar de las dificultades, existen formas de hacer que la medición de Alcance 3 en el retail sea más efectiva. Algunas estrategias clave que hemos identificado incluyen:
La medición de Alcance 3 en el retail no es solo una cuestión técnica, sino una tarea que requiere una visión estratégica y una gestión efectiva de las relaciones con proveedores.
El éxito en este proceso no depende únicamente de la empresa, sino del trabajo colaborativo con su cadena de valor y de la capacidad de integrar la sostenibilidad en la toma de decisiones de negocio. Iniciar este camino con una visión de mejora continua es clave para impulsar la sostenibilidad como un pilar beneficioso para el negocio.
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